Tras la peor noche de su vida Vera Gillis deberá asumir las consecuencias de sus malas decisiones e irse de la cosmopolita Universidad de Fordham (Nueva York) al último rincón perdido de Alabama. Acogida por un viejo matrimonio sureño piensa que contará los días de condena aburrida en un porche blanco bebiendo té dulce y mirando el horizonte más allá de las plantaciones de soja, pero los entrometidos habitantes de Abbeville tienen otros planes para ella y con su particular estilo dirigirán sus pasos hacia el chico de la Standard Oil. Todos en el pueblo conocen a Ben Helms, de una u otra forma todos le deben algo o lo han necesitado alguna vez. Saben que está metido dentro de un laberinto de números y que no encuentra la salida. El mundo siempre ha ido demasiado lento para su mente maravillosa y la vida lo mantiene atrapado en el mismo lugar de tal manera que solo es capaz de escapar cuando mira al cielo. La probabilidad de que los dispares mundos de Vera y Ben colisionaran era baja y la posibilidad de que sus respectivos planes se complicaran al enamorarse era elevada. Sin embargo, él se verá atraído por lo ilógico y ella volverá a arriesgarlo todo una vez más, incluso su corazón. Al fin y al cabo, dos estrellas diferentes pueden pertenecer a una misma constelación.
Elena Castillo Castro · Titania · 285 páginas · Young adult ·
Segunda novela de Elena que leo este mes y lo primero que os diré es que ha vuelto a conquistarme con su pluma. Es inevitable comparar las dos historias porque las tengo bastante recientes y quizá esta segunda ha sido un poquito más predecible que Soundtrack pero de todos modos la ambientación y los personajes son fantásticos y solo por eso ha merecido la pena leerla.
Vera es un personaje que se encuentra perdido, sus padres la obligan a pasar una temporada alejada de Nueva York donde se ha visto envuelta en una situación un tanto peliaguda. Se traslada a un pueblito de Alabama donde una adorable pareja de vecinos de toda la vida la acoge en su casa. Ben es un chico especial, casi intocable, vive en el pueblo y en cuanto cruzas dos palabras con él te das cuenta de que no es como los demás. El chico nació con una inteligencia muy por encima de la media y ese hecho hace que no cuaje con la gente normal. Su vida está rodeada de números y ecuaciones matemáticas buscando siempre la salida del túnel, el resultado final que le haga vivir una vida mejor, que le haga libre. En algunos momentos no entiende a la gente como le pasa al resto del mundo, todo se lo toma en serio, la ironía o las frases hechas no son lo suyo.
Ben y Vera se conocen el primer día y aunque no es algo instantáneo (lo cual está bien) poco a poco irán acercándose el uno al otro y entablarán una amistad que hará mucho bien en sus vidas. Pero las cosas no son nunca perfectas, la estancia de Vera no es definitiva por lo que el poco tiempo que puedan tener juega en su contra todo el rato. También las diferencias. Sus vidas no encajan pero eso no significa que no puedan quererse con todo su corazón. ¿Cómo dos personas tan diferentes conectan más allá de toda lógica? Ay, la gran pregunta de siempre.
—Sería alucinante poder verlas de cerca. —Vera continuaba embelesada mirando el firmamento.
Ben se levantó con rapidez de su silla, decidido:
—Puedo hacer un telescopio Galileo, solo necesito una lente divergente y una convergente. Creo que tengo las gafas viejas de la señora Blackhood y...
—¡Ben, vuelve aquí! Solo era una forma de hablar; no quiero que me fabriques un telescopio ahora —rio Vera.
—¿No?
Vera negó con la cabeza y aproximó de un tirón la silla vacía de él hacia la suya para indicarle que regresara a su lado. Él se encogió de hombros y obedeció.
—Pero si me encantaría escuchar la historia de algunas de esas, mientras las veo, de lejos. Contigo.
Ben se levantó con rapidez de su silla, decidido:
—Puedo hacer un telescopio Galileo, solo necesito una lente divergente y una convergente. Creo que tengo las gafas viejas de la señora Blackhood y...
—¡Ben, vuelve aquí! Solo era una forma de hablar; no quiero que me fabriques un telescopio ahora —rio Vera.
—¿No?
Vera negó con la cabeza y aproximó de un tirón la silla vacía de él hacia la suya para indicarle que regresara a su lado. Él se encogió de hombros y obedeció.
—Pero si me encantaría escuchar la historia de algunas de esas, mientras las veo, de lejos. Contigo.
Elena nos transporta de una manera preciosa a un pueblo perdido en Alabama, es inevitable ponerse a cantar aquella canción de Sweet Home Alabama o ponérsela de banda sonora porque todo lo que nos cuenta de ese lugar da pie a ello. La gente, las costumbres, el paisaje, todo me ha enamorado. Los personajes secundarios y los protagonistas están muy bien construidos pero ha habido alguna cosilla que ha hecho que no me pareciera una historia perfecta. La última parte sobretodo, la parte del conflicto que toda novela romántica tiene o en la que todo se soluciona. Creo que esa parte para mi gusto pasa demasiado desapercibida, me hubiera gustado que se hubiera extendido un poquito más. Algunas subtramas se resuelven algo precipitadamente. De todos modos el final no deja de ser precioso y Ben me ha enamorado por completo. ¡Ya sabéis mi debilidad por los chicos tímidos!
Otra cosa que quiero destacar es como converge la pasión por las constelaciones, el dibujo de cómics, el salto de trampolín y las matemáticas. Todo tipo de talentos muy originales que hacen de la novela una historia más rica. Los personajes secundarios son otro de esos grandes puntos. Los chicos del pueblo, el hermano de Ben, la pareja que acoge a Vera, todos tienen algo que ayudará a evolucionar a los personajes principales y eso significa que son muy necesarios para la historia.
En definitiva, La probabilidad del unicornio es una historia juvenil llena de bonitos detalles. Personajes muy queridos, una historia original en su mayoría, aunque no acabe de ser perfecta. Ambientación de diez y una prosa ágil y bien cuidada.
La probabilidad del unicornio. Elena Castillo Castro. Titania. Comprar: 5,69€ (ebook), 12,35€ (tapa blanda)
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¡Hola!
ResponderEliminarHe leído algun libro de esta autora y me gusta mucho su forma de escribir así que este libro lo tenía apuntadito. Lo tendré en cuenta cuando me apetezca algo de amorcito. Ahora estoy en etapa de algo tirando a thriller!
Un abrazo!
Hola! No conocía el libro pero la verdad es que no es para nada mi estilo así que lo dejaré pasar. Muchas gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Esta vez voy a pasar de puntillas por aquí que le tengo muchas gana a la obra
ResponderEliminarun saludooooo
¡Hola! Me ha encantado la reseña, desde que salió quise leer este libro y espero hacerlo pronto.
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